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22 de may. de 2018 · La heráldica medieval surgió en algún momento del siglo XII d.C. porque los guerreros (primero los reyes y después también los caballeros) querían que sus oponentes supieran exactamente quién se ocultaba tras la armadura.
Los heraldos medievales también atribuyeron armas a varios caballeros y señores de la historia y la literatura. Los ejemplos notables incluyen los sapos atribuidos a Faramundo, la cruz y la mertleta de Eduardo el Confesor, y las diversas armas atribuidas a los Nueve de la Fama y los Caballeros de la Mesa Redonda.
La heráldica medieval es un tema fascinante que se adentra en el mundo de los escudos de armas, los símbolos y sus significados. Durante la Edad Media, la heráldica desempeñó un papel fundamental en la identificación y distinción de individuos, familias e instituciones.
El arte heráldico tiene sus raíces en la Europa medieval, donde los caballeros y nobles utilizaban escudos con colores y figuras para identificarse en el campo de batalla. Con el tiempo, el arte heráldico se convirtió en una forma de representación social y un símbolo de prestigio.
La heráldica medieval refleja la identidad y el linaje a través de intrincados patrones en escudos y estandartes. Estos patrones transmiten significados profundos, desde símbolos de coraje hasta representaciones de lealtad familiar.
La heráldica medieval es una rica tradición que tuvo un impacto significativo en la historia de Europa. Los escudos de armas se convirtieron en símbolos importantes de la identidad de la nobleza y las familias, y su simbolismo ha perdurado hasta nuestros días.
De este origen medieval y militar es buena prueba la denominación del elemento esencial de la heráldica: el escudo, ya que era sobre este elemento defensivo sobre el que se pintaban los emblemas elegidos por los caballeros u otorgados a éstos por los soberanos.
