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El castillo de Chambord (en francés: château de Chambord), en la región del Centro-Valle de Loira, es uno de los châteaus más reconocibles en el mundo debido a su arquitectura renacentista francesa muy distintiva, que mezcla formas tradicionales medievales con estructuras clásicas italianas.
Ello se debió a que, al carecer de hijos el Conde de Chambord, los derechos sucesorios trono pasarían a Felipe, quien reuniría sobre sí las dos herencias monárquicas francesas: la legitimista (derivada de los Borbones) y la orleanista (derivada de los Orléans).
Con el castillo casi terminado, Francisco mostró su enorme símbolo de riqueza y poder al hospedar a su antiguo archirrival, el emperador Carlos V, en Chambord. En 1792, a raíz de la Revolución Francesa, algunos de los muebles se vendieron y se extrajo la madera.
La finca de Chambord. Devastado durante la Revolución Francesa, el castillo fue salvado por el general Augereau, que realizó los primeros trabajos de conservación. Vigilado por Napoleón, fue ofrecido en 1821 por suscripción a Henri d'Artois, nieto del rey Luis XVIIIE y heredero del trono francés.
En 1748, el mariscal Moritz de Sajonia, recibió el complejo en agradecimiento por su victoria en la batalla de Fontenoy. Después, el castillo cambió de manos varias veces. La decoración interior, fue saqueada completamente durante la Revolución Francesa. El Castillo de Chambord, es propiedad del Estado desde 1932.
Con el castillo casi terminado, Francisco mostró su enorme símbolo de riqueza y poder al recibir a su antiguo archirrival, el emperador Carlos V, en Chambord. En 1792, a raíz de la Revolución Francesa, se vendieron algunos muebles y se extrajo la madera.
El Castillo de Chambord es toda una proeza arquitectónica que marcó el paso de la Edad Media al Renacimiento. Damos un repaso a los detalles del que sigue siendo, todavía hoy, uno de los castillos más misteriosos del Loira.
