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De este modo, existen tres tipos de insomnio en función del momento en el que la persona experimenta dificultad para dormir: Insomnio de conciliación o de inicio. Insomnio de mantenimiento o sueño fragmentado. Insomnio tardío o despertar precoz.
El insomnio es la incapacidad para conciliar o mantener el sueño o la sensación de no haber tenido un sueño reparador que ocasiona disfunción diurna. Repercute de forma importante en la salud y la calidad de vida de quien lo presenta.
Los mecanismos y factores que determinan su aparición son numerosos y variados. El diagnóstico de insomnio se inicia a partir de fuertes datos clínicos y se reafirma con la utilización de cuestionarios, agendas o diarios de sueño y de herramientas de medición validadas (escalas).
Implica además determinar las características del insomnio: de conciliación, de mantención o de despertar precoz; hábitos de sueño, presencia o ausencia de síntomas de otros trastornos del sueño.
18 de jul. de 2020 · El insomnio de conciliación o de inicio del sueño se refiere a la incapacidad para conciliar el sueño en el punto de lo que se denomina el «inicio normal del sueño», que generalmente es de 10 a 15 minutos. Se considera un problema cuando supera los 30 minutos.
Dificultad para conciliar el sueño (insomnio de conciliación): es difícil quedarse dormido si en vez de relajarse, se continúa dando vueltas a las cosas y preocupándose por ellas. Otras veces, el organismo no está preparado para dormir a la hora que se considera habitual para ello.
El tipo de insomnio más frecuente es el de conciliación, seguido del insomnio de mantenimiento y del insomnio por despertar precoz 1. Los criterios diagnósticos del insomnio primario son: – Latencia del sueño >30 min – Tiempo total de vigilias nocturnas >30 min – Tiempo total de sueño nocturno <6,5 horas