Resultado de búsqueda
Por ello, considero que La Viuda de Apablaza merece un análisis que realmente evalúe su contenido, su estructura y la significación que, como creación, conlleva en la madure de la dramaturgia nacional. Este es el intento propuesto: la valoración jerarquizada del complejo
Luco en La viuda de Apablaza, más cerca de la tragedia griega que de la española del siglo de oro, hace de la antagonista una protagonista al involucrarnos en su lucha interior, lo que la transforma en un personaje trágico, al modo de Hipólito de Eurípides y Fedra de Racine.
En 1925, en un pueblo rural del sur de Chile, una viuda administra con mano de hierro el fundo que heredó de su marido. Ejerce el poder masculinamente, pero en su debilidad late la mujer que reprime. Al Ñico, el hijo ilegítimo de su marido, lo quiere tanto como el hijo que nunca tuvo, como el marido que ya no tiene.
20 de sept. de 2016 · Siempre se ha comentado que La viuda de Apablaza, de Germán Luco Cruchaga (1894-1936) es –en un sentido clásico- la única tragedia chilena de escritura perfecta, ya que paso a paso...
En 1925, en un pueblo rural del sur de Chile, una viuda administra con mano de hierro el fundo que heredó de su marido. Ejerce el poder masculinamente, pero en su debilidad late la mujer que reprime. Al Ñico, el hijo ilegítimo de su marido, lo quiere tanto como el hijo que nunca tuvo, como el marido que ya no tiene.
6 de sept. de 2016 · «La viuda de Apablaza» de Germán Luco Cruchaga (1894-1936), estrenada en 1924, es una de las obra mayores de la dramaturgia Chilena, por la fuerza dramática de los caracteres, la asertividad en la pintura de un modo de vida y paisajes profundamente nacional, y la hondura que alcanza la tragicidad de la historia en alas de un lenguaje que se ...
No se desespere... Usted es siempre aquí la viuda de Apablaza, sin amor y sin tierras... Como yo seré, mientras viva, un español que vino a hacer la América y sólo encontró el desamor de la fortuna. LA VIUDA.- Y hoy la veré llegar... Ya les preparé las camas y he dispuesto la comía...
