Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. muchos años iniciando a nuestros alumnos en el pensamiento de Merleau-Ponty a través de seminarios de lectura sobre Fenomenología de la percepción. Conducidos con una paciente rigurosidad, con el cuidado de hacer ver las diferentes implicaciones del texto y desde el singular conocimiento que Haour tiene del autor, dichos seminarios han ...

  2. El espacio es «vacío» y, no obstante, todos los objetos de percep ción están ahí. La pertürbación no afecta a las informaciones que podemos derivar de la percepción, y pone en evidencia, bajo la «percepción», una vida más profunda de la consciencia.

  3. El conjunto de las conversaciones fue concebido por el filósofo como una serie de la que dio el orden de las partes y sus títulos: 1. El mundo percibido y el mundo de la ciencia; 2. Exploración del mundo percibido: las cosas sensibles; 4. Exploración del mundo percibido: la animalidad; 5.

  4. contacto ingenuo con el mundo para finalmente otorgarle un es­ tatuto filosófico. Es la ambición de una filosofía ser una «ciencia exacta», pero también, una recensión del espacio, el tiempo, el mundo «vividos». Es el ensayo de una descripción directa de nuestra experiencia tal como es, sin tener en cuenta su génesis

  5. El documento resume las ideas centrales de Maurice Merleau-Ponty sobre la percepción y el espacio en su libro "Fenomenología de la percepción". Merleau-Ponty argumenta que el espacio no es un medio abstracto donde están las cosas, sino que es constituido a través de la experiencia corporal del sujeto en el mundo.

  6. La fenomenología de Merleau-Ponty sobre el espacio mítico u onírico como paradigma de un pensar futuro que respete la diversidad. Resumen: En este artículo, trato de mostrar la pertinencia de Fenomenología de la percepción para responder a los desafíos de la filosofía en un mundo, a la vez, desgarrado y globalizador.

  7. En este capítulo, el autor quiere dejar claro los conceptos de espacio vivido —es el espacio que surge de la relación del hombre con el mundo y que se opone al espacio objetivo en el que no se consideran estas relaciones— y el del movimiento como expresión corpórea de esta íntima relación.