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  1. Hace 5 días · El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire.

  2. 27 de jun. de 2024 · Pablo habla sobre este tema en (1 Tesalonicenses 4: 16-17) “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al ...

  3. Hace 2 días · El Dios de la resurrección. Roberto Herrera. 4 julio, 2024. El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. 1 Tesalonicenses 4:16. El poder que obró en Cristo para resucitarlo de la muerte fue la piedra de toque del mensaje cristiano.

  4. 17 de jun. de 2024 · «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor ...

  5. Hace 1 día · ¿Cuando se ora con uno mismo? El contexto de la parábola está claro: uno ora consigo mismo, cuando se está de espaldas al prójimo o, peor todavía, cuando nos comparamos con él despreciándolo.

  6. Hace 3 días · El Dios de la resurrección «El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero» (1 Tesalonicenses 4:16). El poder que obró en Cristo para resucitarlo de la muerte fue la piedra de toque del mensaje cristiano.

  7. Hace 4 días · Jesús se acercó y les dijo: —Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.