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  1. Misión de los setenta. 10 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo ...

  2. 13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón ( A ) se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. 15 Y tú, Capernaum, que hasta los ...

  3. Lucas 10:13 es un poderoso verso de la Biblia que nos recuerda la importancia del arrepentimiento y el cambio. Jesús estaba hablando específicamente sobre las ciudades de Corazín y Betsaida, pero sus palabras pueden aplicarse a todos nosotros.

  4. 13 ¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza. 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras.…

  5. Misión de los setenta. 1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo os ...

  6. Animándote y desafiándote a buscar intimidad con Dios todos los días. ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.

  7. 1 Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde pensaba ir. 2 «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pedidle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. 3 ¡Id vosotros!