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El Reino de Prusia (en alemán, Königreich Preußen) fue un Estado europeo que existió desde 1701 hasta 1918. Gobernado durante toda su existencia por la rama franconiana de la dinastía Hohenzollern, originalmente estaba centrado en Brandeburgo-Prusia.
Prusia (en alemán: Preußen, pronunciado /ˈpʁɔɪ̯sn̩/ ⓘ; en prusiano, Prūsija; en latín, Borussia o Prutenia) fue un Estado del mar Báltico entre Pomerania, Polonia y Lituania que existió desde finales de la Edad Media.
Desde sus humildes orígenes hasta su caída como estado independiente, Prusia dejó un legado duradero en la región. Su geografía, su cultura, su economía y su política influyeron en la historia mundial y continúan teniendo un impacto en la identidad regional en la actualidad.
1721 - Derrota desde los suecos en la Gran Guerra del Norte, marcando el final del dominio sueco en el litoral sur del mar Báltico. 1740 - Federico III el Grande asciende al trono. 1740 - Federico invade Silesia, marcando el inicio de la guerra de Sucesión austríaca.
Los orígenes de Prusia se remontan a la Edad Media, específicamente al siglo XIII, cuando la zona que hoy conocemos como Prusia Oriental era habitada por tribus bálticas. Sin embargo, fue en el siglo XV cuando el territorio pasó a formar parte de la Orden Teutónica, una milicia religiosa medieval.
La abolición de Prusia (en alemán: Abschaffung von Preußen) fue un evento que se produjo el 25 de febrero de 1947, por decreto del Consejo de Control Aliado, poniendo fin a la existencia constitucional de Prusia.
Las principales características del reino de Prusia fueron las siguientes: Estaba regido por los Hohenzollern, que eran a la vez reyes de Prusia y margraves de Brandeburgo. Éste último era uno de los siete grandes electores del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
