Resultado de búsqueda
¿No recordamos aquel día en que, abandonándolo todo, le dijimos: «Oh Dios, Tú eres mi Dios»? En aquellos primeros momentos, cuando Dios nos sedujo, contemplábamos su belleza, su encanto, su poder; mas no sospechábamos que no todo en nuestra vida sería dirigido por aquella luz, por aquella saciedad.
- Catequesis de Juan Pablo II
Salmo 62: Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo Cántico...
- Catequesis de Juan Pablo II
63 Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. 2 Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. 3 Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo! 4 Te alabaré mientras viva;
Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti; en pos de ti mi carne languidece cual tierra seca, sedienta, sin agua. Por eso vine a verte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario. viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré.
25 de nov. de 2006 · Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario. viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré.
Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo!
1. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti ma dru go, mi. ti, co mo tie rra re se ca, sin a gua. 2. Al con tem. más que la vi da, mis la bios te a la ba rán. 3. Te a la ba ré to da mi vi da, ti le van ta ré.