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El Patio 29 es una parcela del Cementerio General de Santiago de Chile, que fue usada durante la dictadura militar para sepultar clandestinamente a ejecutados políticos, fue declarado Monumento Histórico en 2006.
El espinudo caso del Patio 29 resucitó el 20 de abril pasado, cuando el director del SML, Óscar Vargas, pidió perdón a los familiares de las víctimas, pues tras los exámenes de ADN ordenados por Muñoz a 96 restos, había errores en 48 casos. Quedó la debacle.
El patio 29 del Cementerio General, actual Patio n° 162, es un claro exponente del procedimiento llevado a cabo para ocultar los cuerpos y la identidad de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos del régimen militar.
El presente documento tiene la finalidad de dar a conocer la historia ocurrida en el Patio N°29 del Cementerio General de Santiago durante el periodo de la dictadura cívico-militar que se vivió en Chile y de vuelta a la democracia, contemplando los hallazgos de osamentas
En este sentido, el Consejo Nacional de Monumentos ha considerado que el Patio 29 del Cementerio General y su historia asociada es un claro exponente del procedimiento llevado a cabo para ocultar los cuerpos y la identidad de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos del régimen militar.
Un gobierno democrático que aún tiene nombres que decir, reconoce en el Patio 29, el lugar de lo clandestino; pues sobre él, su legislación ha sido puesta a prueba por fuerzas y movimientos políticos (oficiales y subterráneos) que han imposibilitado el hacer de la voluntad ciudadana.
A partir de ese hecho, los investigadores Javiera Bustamante y Stephan Ruderer reconstruyen la dolorosa historia del lugar. Este registro audiovisual ilustra en imágenes el libro “Patio 29. Tras la Cruz de Fierro”.
